
Cuando llega la temporada de las alcachofas frescas, llega también el momento de disfrutar de todo un auténtico manjar. Repletas de nutrientes, las alcachofas se presentan como una verdura muy versátil en la cocina.
A pesar de que durante el Imperio Romano las alcachofas eran un alimento que sólo podían degustar aquellos más adinerados, en la actualidad se ha convertido en un alimento de lo más popular en las cocinas de todo el mundo.
Aunque pueden encontrarse alcachofas a lo largo de todo el año en conserva o congeladas, hay que señalar que no existe nada mejor que degustar unas sabrosas alcachofas frescas y naturales. Pero, ¿cómo se limpian las alcachofas?
Cómo se limpian las alcachofas: Nuestros consejos
Limpiar alcachofas no es tan dificultoso como en un principio pueda parecer, pero es necesario saber cómo hacerlo para conseguir unos buenos resultados.
Los pasos a seguir para saber cómo se limpian las alcachofas naturales son los siguientes:
Paso 1. Cortar el tallo
En primer lugar se deberá cortar el tallo de la alcachofa, siendo aconsejable realizar un corte a ras, en el caso de que solamente se busque el corazón de la alcachofa, o bien dejando unos 2-3 centímetros de longitud del tallo.
Paso 2. Arrancar las hojas exteriores
El segundo paso a llegar a cabo es arrancar las hojas exteriores duras en tono verde hasta finalmente alcanzar el corazón de la alcachofa, donde las hojas que encontrarás son de un tono mucho más claro y son mucho más finas.
Paso 3. Cortar las puntas
Cuando alcances las hojas más internas de la alcachofa, aquellas más finas y claras, deberás cortar las puntas de las mismas, ya que las puntas suelen ser tan duras con las de las hojas externas que se han arrancado previamente. Deberás retirar todo el trozo de color más verde.
Paso 4. Pelar el resto del tallo
Ayudándote de la puntilla se termina de pelar la parte del tallo, cortando en los trozos necesarios para elaborar el plato elegido. Si se observa que al cortar las alcachofas hay como una especie de pelusa en el centro puede quitarse o dejarse, según tus preferencias.
Paso 5. Sumergir las alcachofas
Después de haber eliminado todas aquellas partes de la alcachofa que no se vayan a consumir, deberás sumergirlas en un bol con agua fría, una pizca de sal y un chorrito de limón.
Si tienes prisa y necesitas cocinar rápidamente, entonces evita este paso porque no dará tiempo a que tus alcachofas se oxiden.
Si tienes prisa, tienes la opción de simplemente lavar bajo el grifo las alcachofas para retirar posibles restos y secarlas con papel absorbente de cocina, ya que tendrás prácticamente limpias tus alcachofas.
Señalar que las alcachofas en conserva o congeladas saben demasiado a limón y realmente han perdido toda su esencia y sabor a alcachofa.
Lo ideal es apostar siempre por alcachofas frescas que conserven no sólo su auténtico sabor, sino sus muchas propiedades nutricionales.
Ya conoces cómo se limpian las alcachofas naturales, ¿te vas a quedar sin probarlas?
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Cocinillas extrema y mamá de dos gatos. Hace 5 años que escribo en Ollasarten.com: recetas que me gustan, reviews de cacharros, truquitos y consejos para los amantes de la cocina. Puedes contactar conmigo a través del correo o de nuestra página de Facebook.